EN EL CUERPO DE MI MADRE - HISTORIA TG

 

----- EN EL CUERPO DE MI MADRE -----

 

-------------------------------------------------------------------

Escrita por: “Irene Naridza”

A petición de: “Barnes18”

 

----- Imagen Izquierda --------------------------------------

Foto usada:  

Foto por PxHere: https://pxhere.com

-------------------------------------------------------------------

----- Imagen Derecha -------------------------------------

Foto usada:   

Foto por PxHere: https://pxhere.com

-------------------------------------------------------------------

 

----- De Hijo a Madre -----

-- Escrito por “Irene Naridza”                                                            -- A petición de: “Barnes18”

Era noche de sábado en un bar a las afueras de la ciudad. Allí estaban reunidos todo tipo de personas. La mayor parte de ellos eran hombres que querían desestresarse después de un largo día de trabajo. Había algunas mujeres, muchas de ellas en grupos que charlaban sobre su día mientras tomaban un par de copas.

Había también mujeres solitarias. Una de ellas era una rubia de vestido negro. Su pequeño medallón dorado la hacía resaltar mucho de entre las demás. Ella bebía un jarro de cerveza mientras examinaba a su alrededor.

Un hombre se le acercó a su mesa con una sonrisa. “Te veo muy sola, nena. ¿quieres salir a bailar conmigo?” le propuso. Sin embargo, la mujer mostró su mano derecha donde resalta no solo su manicura, sino también un anillo de casada.

“Oh, lo siento. No lo noté antes, disculpa.” Dijo aquel hombre avergonzado mientras se alejaba, le gustaba coquetear con cada chica que había en el bar, pero tenía sus límites éticos. La mujer en cambio, se quedó en su mesa mientras aguantaba la risa. Un par de minutos después, se le acercó otro hombre.

“Buenas noches, linda. Quería saber si querías divertirte conmigo.” Dijo. La mujer lo miró de arriba abajo. Era un hombre mayor donde lo que más resaltaba de él era su barba estilizada. Ella hizo el mismo ademán, mostrar su mano con su anillo. Sin embargo, aquel hombre hizo lo mismo. En su mano derecha, entre sus gruesos y ásperos dedos sobresalía un anillo de casado.

“No hace daño salir a divertirse de vez en cuando para cambiar la rutina” Dijo bastante convencido de sus palabras. “Mike, me llamo Mike.” La mujer quedó sorprendida por su actuar. Lo pensó de forma detenida mientras le daba un sorbo a su cerveza antes de contestar. “Me llamo Briana. Un gusto conocerte, Mike.” Se presentó ella.

“Está bien. No creo que bailar con otro sea una infidelidad muy grave.” Ambos se levantaron y se dirigieron a la zona donde se encontraban bailando muchas personas. Algunos estaban solos y otros, como ellos, estaban bailando con una pareja.

TRES MESES ANTES.

Briana era una mujer de 48 años. Después de un largo día de trabajar en la empresa de seguros, le gustaba llegar a casa con su familia. Su esposo la recibía con un fuerte abrazo, a ella le encantaba cuando esos musculosos brazos la rodeaban y compartían su calor.

Su hijo de 18 años, Nick, también la recibía con cariño. “Hola mamá. ¿tuviste un lindo día?” preguntaba todos los días con un genuino interés. “Sí, fue un día pesado, pero ya estoy en casa.” Era lo que usualmente respondía. Cuando tenía un mal día directamente no respondía.

Pero hoy era de esos días normales donde su día fue bueno. Su esposo, Jonas, era un mecánico que trabajaba en un taller cercano. Llegaba a casa más temprano que Briana por lo que usualmente hacía la cena, era un buen cocinero.

Después de cenar, los tres tenían una charla en familia antes de ir a sus habitaciones. La pareja tuvo un momento de unión antes de irse a dormir. Su hijo, en cambio, solía quedarse despierto hasta avanzadas horas de la noche jugando videojuegos en línea. Oh eso era lo que hacía hasta hace unas dos semanas, pues ahora tenía otro pasatiempo.

UN MES ANTES.

Un día de lluvia, Nick estaba jugando a su videojuego favorito hasta que las baterías de su mando se agotaron. Buscó entre sus cajones rápidamente, pero se dio cuenta de que todas estaban gastadas. Recordó que su padre solía tener suministro en el ático por lo que subió a buscar si entre ellos había baterías.

No hace mucho que se habían mudado de los departamentos de la ruidosa ciudad a las tranquilas periferias. Pese a haber ayudado a subir las cajas, su padre había reorganizado todo solo y Nick ya no reconocía donde estaba cada cosa, por lo que reviso en todas las cajas.

Había una caja de aspecto viejo, en su interior encontró un medallón y una pulsera doradas pero muy sucias. Le llamó la atención de inmediato, pero sus ganas de jugar videojuegos fueron mayores. Guardó la joyería en sus bolsillos y continuó buscando las baterías, las cuales finalmente encontró en el último cajón del estante.

Después de jugar hasta la noche. Nick recordó la joyería, por lo que la revisó. Limpió el polvo y pudo verlas en todo su esplendor. Eran una pulsera y un medallón dorados, relucían ante la luz. Nick pensó que podrían valer mucho dinero. Se lo contó a sus padres. Pero ellos no estaban convencidos.

“Vi esas cosas en los cajones que habían dejado los dueños anteriores. Si fuesen tan valiosos, no los habrían dejado aquí.” Dijo su padre. Sin embargo, Nick no se dio por vencido y fue a una joyería a intentar venderlas. Para su pesar, allí le dijeron que no eran joyas. Si no, solamente metal con pintura reluciente.

“Para ser solo metal pintado, el acabado es muy fino, mira como brillan.” Dijo la chica encargada de revisar las joyas mientras aplicaba luz de distintos focos. “Debieron usar un aceite especial para pulirlas. Aún puedes venderlas por 5 dólares la pulsera y 8 el medallón.”

Nick, decepcionado, decidió quedárselas. De vuelta en casa, le dio la pulsera a su madre y guardó el medallón para regalárselo a la chica que le gustaba.

En medio de la noche y antes de irse a dormir, le dio curiosidad y se probó el medallón. Le quedaba pequeño y no se veía muy masculino. Notó también una pequeña mancha en el centro del medallón, por lo que la frotó para limpiarla.

Allí pudo distinguir la figura grabada en el medallón. Era una espiral de la que salían dos flechas que señalaban lados opuestos. Nick parecía reconocerla, pues creía haberla visto en la pulsera. De repente, sintió que su cuerpo comenzaba a hormiguear de la nada, incluso comenzó a temblar. En un abrir y cerrar de ojos. Su cuerpo comenzó a cambiar.

Su cuerpo comenzó a encogerse un par de centímetros, Nick perdió sus músculos, sus brazos y piernas se hacían un poco más delgados. Su busto comenzó a crecer hasta formar dos pechos de tamaño considerable. Su cabello comenzó a crecer de forma muy rápida de forma que bloqueó su vista. Por último, sintió un apretón muy fuerte y extraño en su entrepierna.

Entonces todo se detuvo. Nick, asustado por lo que le había pasado, se quedó inmóvil sin poder ver. Unos segundos después, se armó de valor y se quitó el cabello del rostro y pudo ver lo que había pasado. Ahora tenía un cuerpo bastante femenino. Incrédulo comenzó a revisar y palpar cada parte de su cuerpo y lo comprobó. “Me he convertido en una mujer” dijo sorprendido.

La situación se volvió muchísimo más incómoda cuando se dio cuenta de otro detalle. “No me convertí en cualquier mujer. ME CONVERTÍ EN MAMÁ.” Se tapó la boca de inmediato, consciente de que sus padres tal vez seguían despiertos y podrían escucharlo.

Se vistió de inmediato, el hecho de que ahora tenía el cuerpo de su madre y que lo había visto desnudo lo estaba destrozando mentalmente. “Que asco, esto está muy mal.” Se escondió bajo sus sábanas esperando que todo eso fuese solo un sueño. Pero al quitarlas, seguía estando en ese cuerpo.

Nick decidió intentar tranquilizarse, respiro hondo e intentó pensar. En eso recordó el medallón. “Sí, froté esto antes de transformarme.” Lo miró detenidamente, seguía colgado de su cuello, su nuevo cuerpo hacía que encajase mejor en él.

Con curiosidad, se levantó y con mucho sigilo, camino hasta el cuarto de sus padres. Abrió la puerta muy suavemente y dio un vistazo adentro. Gracias a la luz de la luna que entraba por la ventana, pudo notar que su madre seguía en su cuerpo. “(Mamá sigue siendo mamá, pero yo estoy en su cuerpo. ¿qué está pasando aquí)” pensó dentro de su mente.

Un destello llamó su atención. Era la pulsera que venía con el medallón. Estaba en la muñeca de su madre y brillaba a la luz de la luna. “(Lleva puesta la pulsera…)” Nick cerró despacio la puerta y regresó a su habitación.

Escondido en su cama comenzó a unir puntos. “Me convertí en mamá por usar este medallón, ella lleva puesta la pulsera en este momento, cuando está dormida, eso es muy raro” poco a poco llegaba a la conclusión. “entonces. Este medallón y la pulsera están conectados, pero entonces. ¿Por qué mamá no está en mi cuerpo?,¿dónde está mi cuerpo?”

Nick se levantó y fue a su espejo. Su mano temblorosa se acercó al medallón y antes de continuar, respiró hondo. Entonces, frotó su medallón. Su cuerpo comenzó a hormiguear y sintió como todo cambiaba. Cuando abrió sus ojos de nuevo. Vio que era hombre de nuevo. Su cuerpo estaba de regreso.

“SÍ, ESTOY DE VUELTA.” Gritó emocionado. Pero se tapó la boca de inmediato al notar que podría haber despertado a sus padres. Sigilosamente, fue a revisar de nuevo, sus padres seguían profundamente dormidos. Su madre no tenía ningún cambio, seguía siendo ella.

Nick regresó a su habitación. Estaba por irse a dormir, pero en eso una inusual idea llegó a su mente. “Con esto puedo convertirme en mi madre…” la idea de ser un adulto comenzó a llamarle la atención. “… eso significa que puedo hacer todo lo que ella puede hacer, como ir a un bar en la noche.”

Pese a que ya tenía 18 años, en su país la edad legal para beber era a los 21 años. “creo que… creo que saldré a divertirme.” Volvió a frotar el medallón y su cuerpo se transformó en el de su madre nuevamente. “Bien. Solo haré esto para tomar un par de tragos, nada más.” Estaba por irse, pero notó algo.

Se miró al espejo y notó que su ropa seguía siendo la de un chico. “No creo que un hombre adulto use esto. MUCHO MENOS UNA MUJER” pensó en una solución. “¿De dónde voy a sacar ropa de mujer? no puedo entrar a buscar en los cajones del cuarto de mis padres. Eso sí los despertaría” La sola idea de su madre despertando y alternándose al ver un clon de si-misma hizo que a Nick le dieran escalofríos.

Pensó y pensó hasta que por fin se le ocurrió algo. Fue hasta la lavandería y encontró la cesta de la ropa limpia. “Por favor, que no se haya llevado la ropa aún” susurró antes de abrir la cesta. Para su suerte, allí estaba todavía la ropa de su madre. Blusas, faldas largas, ropa interior, sujetadores y vestidos pasados de moda. Todo un guardarropa femenino a su disposición.

“Perfecto.” Dijo antes de seleccionar un conjunto. Ropa interior blanca, un sujetador negro y un vestido rojo. También tomó unos tacones que estaban sobre la secadora. “Me veo muy raro.” Dijo al verse en el espejo de vuelta en su habitación. “estas cosas son incomodas” dijo al ver los tacones e intentar caminar en ellos.

“No es un buen atuendo. Mi mamá suele vestirse mejor cuando va a cenar con papá por su aniversario o incluso cuando van a fiestas de familiares que no les agradan. Pero es lo mejor que puedo hacer.” Dijo resignado antes de escabullirse por la ventana llevándose una parte de sus ahorros.

Con los nervios de punta, pero confiado en que nadie notaría la verdad. Tomó un taxi hasta un conocido bar que había no muy lejos de su casa. Entró con emoción, pero cuando estaba dentro, no pasó mucho para que comenzará a sentir miradas extrañadas. “(Oh no, se han dado cuenta.)” Dijo Nick mientras se quedaba inmóvil.

Allí pudo ver cómo la gente lo miraba efímeramente y hacía muecas. Estaba por salir corriendo cuando una mujer ebria pasó junto a él. “oye hermana… ¿Qué te pasó?,¿te vomitó encima el guardarropa…” dijo la mujer antes de seguir su camino tambaleándose.

Nick al principio no entendió a qué se refería, pero entonces se dio cuenta. “(OH, es mi atuendo. Sabía que era raro, incluso para una mujer mayor)” ya aliviado se sentó y con emoción pidió un jarro de cerveza, la cual no tardó en llegar.

Examinó la jarra y no podía creerlo. Era una cerveza de verdad. “(en verdad me sirvieron una cerveza)” pensó emocionado. “(bueno, es lógico, no ven a un chico de 18 años, ven a una mujer de más de 40 con un atuendo cutre)” sin más espera, Nick le dio un gran sorbo a su cerveza. “Sabe increíble.” Dijo sonriendo.

Esa fue la primera de muchas noches en las que usó el medallón para transformarse en su madre y entonces salir de fiesta. Con el tiempo fue aprendiendo a dominar los tacones. Había incluso comenzado a comprar ropa propia para sus salidas.

Al usar la forma del cuerpo de su madre podría comprar todo tipo de ropa e implementos sin atraer miradas juzgonas o curiosas. Para su suerte, las que atendían las tiendas siempre daban consejos sobre qué conjunto le quedaría mejor. Así fue aprendiendo a combinar mejor su ropa.

Incluso comenzó a ir a bares más alejados de su casa, donde no conocían a su madre. Así no se crearían chismes o rumores de ella. Pero fue cauteloso y compró un anillo de boda falso para usarlo en sus salidas. Así incluso si alguien que conociese a su madre lo viera, no hiciera conjeturas erradas.

Para su sorpresa. Su madre no parecía notar nada y no tenía ningún cambio en su cuerpo. Lo que sí notó es que su sueño era aún más pesado cuando usaba su cuerpo. Una vez probó con golpear el auto del vecino lanzándole una piedra. La ruidosa alarma sonó en medio de la noche y Nick, en la copia del cuerpo de su madre, espió dentro de su habitación.

Su padre pareció notar la alarma, pero regresó a dormir. En cambio, su madre. Seguía rígida como una piedra. Eso lo alivió. Sabía que si bien, no intercambiaban cuerpos, su madre no se veía afectada de ninguna forma negativa.

Un par de meses pasaron y Nick se había vuelto un experto en maquillaje y moda. Una vez se aseguraba que sus padres estaban dormidos, se ponía su medallón y lo frotaba. una vez tenía el cuerpo de su madre. Sacaba el cajón oculto tras su closet y comenzaba a maquillarse. Sacaba una serie de conjuntos del mismo escondite y elegía uno. Por último, tomaba uno de varios pares de tacones que ocultaba tras su cama.

Todo ese pequeño guardarropa que escondía muy bien le había costado una buena suma de dinero. Pero gracias a su trabajo de medio tiempo, no le tomó mucho reunir lo suficiente como para permitírselo. Atrás quedaron los atuendos pasados de moda que su madre usualmente dejaba olvidados sin cuidado en la lavandería.

Después de comparar sus nuevos atuendos con los atuendos viejos de su madre, Nick pudo entender por qué su madre los tenía con poco cuidado. Eran simplemente feos. Ella tenía nuevos que guardaba muy bien en su dormitorio.

Sin más espera, fue al bar que siempre frecuentaba y pidió un jarro grande de cerveza. Un hábito que había adquirido era el de tomar una actitud simpática para que los hombres se le acercaran. Se le hacían muy divertidas sus estrategias de coqueteo, pues le parecían ridículas.

Cuando sentía que tenía suficiente de sus malos intentos de ligue, les mostraba su anillo de compromiso falso y normalmente se alejaban.

Si alguien insistía, le bastaba con una sola frase. “¿Quieres que llame al guardia para que te saque? Ya déjame en paz.” Eso era suficiente. Nick seguía con su noche tomando otra cerveza y luego bailando un poco. Cuando ya veía que era de madrugada, tomaba un taxi a casa. Entraba de forma muy sigilosa y siempre recordaba volver a su cuerpo antes de quedarse dormido sobre su cama.

Procuraba salir sin decírselo a sus padres. A ellos no les importaba si salía o no, siempre y cuando no se metiera en problemas y no hiciera escándalos. Además, al salir sin decírselo, ellos no estaban pendientes de ver a qué hora regresaba. De esta forma evitaba que lo viesen llegar usando la copia del cuerpo de su madre.

Lo había hecho tantas veces que había perfeccionado su rutina de: transformación, preparación, fiesta en el bar, regresar y transformarse de vuelta. Solo que, como toda rutina, esta lo comenzaba a aburrir. Por lo que planeo que un día, iría más lejos.

UN MES DESPUÉS.

Los recuerdos de la última noche comenzaban a desvanecerse mientras Nick se despertaba una mañana de domingo. Dio un bostezo mientras recordaba que esa noche de sábado decidió ir más allá con sus salido en el cuerpo de su madre y decidió bailar con un hombre simpático.

Recordó que aquel hombre, Mike. Fue bastante dulce cuando lo invitó a bailar. En un momento dado, lo tomó de la cintura y continuaron el reto de la noche abrazados. Era la primera vez que mientras usaba el cuerpo de su madre, alguien lo abrazaba y era muy cariñoso.

Eran dulces recuerdos. “Quiero que se repita la ocasión.” Dijo Nick mientras seguía medio dormido. “La próxima semana con gusto” dijo una voz extrañamente familiar. “¿hum?” Nick abrió sus ojos de golpe y notó un par de cosas, ninguna era buena.

Todavía estaba en el cuerpo de su madre. Lo cual no hubiera sido del todo malo si no fuese que estaba abrazando a Mike, el sujeto que conoció ayer en el bar. Eso no era lo peor. Ambos estaban desnudos siendo las sábanas de aquel cuarto de hotel lo único que los cubría. Eso tampoco era lo peor. Nick palpó su cuello y notó que el medallón no estaba en su cuello.

Desesperado, se levantó y comenzó a buscarlo. Su ropa estaba regada prenda por prenda en un sendero que iba desde la puerta de la habitación hasta la cama. Revisó cada una de ellas, pero el medallón no aparecía por ningún lado. “¿pasa algo, Briana?” Dijo Mike que se había levantado con el alboroto.

Fue entonces que Nick comenzó a darse cuenta de lo mal que estaban las cosas. “¿QUE FUE LO QUE HICIMOS ANOCHE?” preguntó con temor de la respuesta.

 

¿Continuará?
-------------------------------------------

 

----- Si por allí encuentran alguna falta de ortografía, por favor, háganmelo saber -----

------------------------------------------------------------------------------

Link a versión en inglés en Deviant Art: 

------------------------------------------------------------------------------

Link a versión en inglés en Wattpad: 

------------------------------------------------------------------------------

Link a versión en español en Wattpad: 

------------------------------------------------------------------------------

 

--------------------- Opinión de la Autora ---------------------

·         Al principio no quería hacer esta historia realmente. No se ofendan. Pero la vi más como una obligación para una lectora que me lo pidió. Tampoco lo odié, solamente lo hice porque, de todas formas, es una forma de abrirme a nuevas perspectivas.

·         Después de tener la idea. Me di la liberta de hacerla lo larga que tuviese que ser, pero que me gustase. Por eso la historia quedó tan larga. Pues creí que debía agregarle cosas necesarias para que quedase bien. Fue allí cuando la historia llamó mi interés.

·         La verdad no estoy segura de si continuaré la historia o no. y si lo hago. Solo sería una continuación más. Y una mucho más corta. Lo siento si eso lo decepciona.

 

------------------------------------ GRACIAS POR VER ------------------------------------