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Escrita por: “Irene Naridza”
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----- El
Parque. -----
-- Escrita por “Irene Naridza”
La familia de Julius y Jessy estaban pasando las vacaciones
de verano en su nueva casa de campo en la zona rural del país. Un lugar
bastante bonito, tranquilo y con varios lugares para pasear, tomarse fotos,
hacer picnics y demás actividades recreativas al aire libre. Habían conseguido
la casa gracias a un buen precio y años de ahorros.
Julius quería ir por su parte a escalar árboles y andar por
senderos misteriosos. Era una actividad que le gustaba mucho y sus padres les
parecía bien que tuviera ese tipo de aficiones. Pero esta vez su pequeña
hermana Jessy quería ir primero a explorar el parque principal del pueblo. Tenía
varias flores, árboles pequeños y demás estructuras hechas de piedra
artesanalmente. La alcaldía había desarrollado ese proyecto con los aldeanos y
ayuda externa a fin de que sea un atractivo turístico y vaya que estaba
funcionando.
Jessy incluso ya se había puesto su vestido favorito para
explorar el parque cuando le pidió a sus padres que la acompañasen. Un bonito
vestido amarillo crema con diseño de flores en la falda y un listo en la
cintura que podía atarle por la parte de atrás, formando un listón y ajustando
la prenda. Su ilusión se terminó cuando estos respondieron que estaban cansados
por el viaje. Por lo que pidieron a Julius ir con ella. Este aceptó porque
quería a su hermanita.
Ni bien llegaron y se quedaron maravillados con lo hermoso y
bien decorado que estaba el lugar. En el suelo junto a la entrada, había un
letrero que se había caído que decía. “No entrar
los días lunes.” Pronto sabrían
por qué. Caminaban por un sendero hecho de piedras, a los lados había varias
estatuas hechas de piedra. eran docenas de doncellas y uno que otro príncipe. Había
desde estatuas de ancianos hasta niñas pequeñas, las cuales le llamaban más la
atención a Jessy. De repente, algo salió de entre los arbustos.
Frente a ellos estaba flotando. “Oigan.
No pueden estar aquí hoy.” Habló
un pequeño ser, era amarillo, con alas de mariposa que se movían tan rápido
como las de un colibrí y con un vestido hecho de pétalos de rosas celestes. Ambos
niños se quedaron sin palabras ante tal aparición. “Mira,
hermano. Es un Ada.” Dijo Jessy emocionada. “Imposible. Las hadas no existen.” La pequeña criatura viró los ojos. “¿Qué acaso no me estás viendo? Bueno, como les decía. No
pueden estar aquí. Es día Lunes.” El hada señaló el cielo.
Los hermanos miraron hacia arriba y devolvieron su vista al
hada. “¿Qué cosa? ¿las
nubes?” El ser se dio una palmada
en el rostro. “Oh, disculpen, olvide que ustedes
los humanos no pueden distinguir los días según el cielo. Como sea. No pueden
estar aquí los días lunes. Los días lunes hacemos mantenimiento al parque para
que se conserve lindo como lo ven.” Los
niños dieron un nuevo vistazo a su alrededor comprobando una vez más que era un
lugar hermoso.
“Vaya, entonces son ustedes los
que adornan el lugar. Eso es genial.” Dijo
Julius. “Sí. Pero para eso debemos alterar la
realidad del parque y otras cosas más, en fin. No se por que están aquí,
recuerdo que le dejamos en claro al alcalde los reglamentos.” El hermano
mayor recordó algo. “Oh, bueno sí. Había un letrero caído
en la entrada. Pero como estaba en el suelo, no le prestamos atención.” El hada no podía creerlo. “¿ENTRARON
PESE A VER LA ADVERTENCIA? ¿TIENEN IDEA EN LO QUE SE HAN METIDO?”
Ese reclamo asustó un poco a Jessy quien se escondió tras su
hermano. “Este parque se ha convertido en un
laberinto y si no se van ahora. El parque los cambiara a ustedes para siempre,
podrían transformar en arbustos decorativos o quedarse petrificados en forma de
estatua o alguna fuente.” Los
niños se quedaron aterrados.
“De acuerdo. Nos vamos ahora.” Julius tomo a su hermanita de la mano y estaba apunto
de regresar corriendo por donde vinieron hasta que vio que dicha hada se había
puesto en su camino. “No tan rápido. Ya pusimos
en marcha los hechizos de mantenimiento. No podemos pararlos ahora.” Esas malas noticias pusieron a Jessy al borde de
las lágrimas.
“Pero tranquilos. Todavía hay
una forma en la que pueden salir de aquí.”
Esa noticia les devolvió la esperanza. El hada se acercó a un miro de
rosas y tomo un par, las entretejió en una corona y se acercó a Julius. “Te pondré esto. Esto te ayudará a percibir el camino
correcto, además de darte un poco más de resistencia a los hechizos.” El hada se lo acomodo en la cabeza y él comenzó a
cambiar.
Su cabello se hiso más largo, su camisa y pantaloncillos
rojos con franjas amarillas comenzaron a transformarse hasta ser un vestido
rosado, sus zapatos deportivos tomaron un diseño más femenino y tomaron un
color rosado y verde. La transformación terminó cuando su cuerpo se hiso más
delgado y bajito.
“Herma…hermano…te
transformaste en…” Su hermana no salía de su asombro. Él
se quedó mirando sus brazos y su cuerpo sin creer lo que había pasado, se
acercó a una fuente cercana para ver su reflejo en el agua. “SOY UNA NIÑA” Gritó con su nueva voz aguda. “Y una bastante linda.” Dijo su hermanita sonriendo
un poco mientras él palpaba su rostro y su cuerpo en confusión. “OYE. ¿QUÉ ES ESTO?”
Reclamó al hada. “Lo siento. Podía
fabricar una para varón, pero no tengo los materiales al alcance. Además, es
temporal... si es que sales a tiempo del parque.”
Esas palabras no hicieron más que poner nerviosa a la niña
nueva. “Bueno, ahora sigue tu intuición y
saldrán de aquí a tiempo.” El
hada le indicó un camino con el que debían empezar. “¿Como
sabremos cuanto tiempo nos queda?” Preguntó la pequeña. “Ven esos capullos de rosas en los arbustos. Si para
cuando estos florezcan completamente. Siguen aquí… serán parte del parque. PARA
SIEMPRE.”
“Oye. ¿No puedes darle algo a
ella también para que le sirva de protección?” Julius le pidió al
hada. “Lo siento, pero no hay tiempo. Además,
mientras esté junto a ti estará a salvo. AHORA VAYAN.” Aun tenían preguntas que hacerle, pero por las
circunstancias comenzaron a correr. La nueva hermana mayor sujetaba de la mano
su hermanita mientras corrían por los caminos de piedra del parque, ahora
estaba muchísimo más grande que antes.
Como el hada había dicho. Julius ahora tenía una intuición
que le decía cual era el camino. Era como si los conociera como la palma de su
mano. Cuando iban por el camino incorrecto, su conciencia la incomodaba, un
fuerte sentimiento de saber que por allí no era la invadían. Cuando tomaba uno
correcto, estaba todo en calma y una sensación de estarlo haciendo bien.
Recorrieron al menos una docena de pasillos más y viraron
varias esquinas. “Oh no. Los capullos.” Julius observó los arbustos después de lo que dijo
su hermanita. Los capullos estaban a punto de abrirse. Fue por eso que
apresuraron su paso. A Julius le pareció extraña la sensación de la falda del
vestido golpear y rozar sus piernas mientras corría a toda prisa, además del
viento que entraba por debajo de ella. Pero no le prestó mucha atención y
continuó su camino.
Ya se estaban cansando cuando por fin vieron la salida. “RÁPIDO. YA CASI SALIMOS” Ambas hermanas hicieron un último esfuerzo y
lograron salir justo un instante antes de que los capullos se abrieran.
Allí en el suelo regresaron a ver el parque. Este estaba
como si nada hubiera pasado. “Oye hermana. ¿Por
qué estábamos corriendo?” Preguntó
Jessy a su hermana quien se estaba acomodando la corona de rosas. “No lo sé.” Julius
se quedó mirando a la entrada del lugar. Una reja había aparecido, parecía
estar hecha de raíces, algo que resaltaba era un letrero. “NO ENTRAS LOS DÍAS LUNES. ESTAMOS EN MANTENIMIENTO.”
“Que lastima. No podemos
entrar.” Se levantó y ayudó a su hermana a ponerse de pie. “Ya se. Mientras veníamos. Pude ver por la ventana del
auto otro parque. No está lejos.” Jessy anunció dando un salto. “No es muy grande, pero tiene muchos juegos. VAMOS ALLÍ
PORFIS.” Julius lo pensó por un momento. “Está
bien. Vamos juntas.” Le extendió la mano para que su hermanita la
tomase y caminaron juntas hacia aquel parque donde pasaron el resto de la
mañana jugando.
A lo lejos el hada que las había ayudado antes se asomó detrás de un árbol. “Algo que olvidé decirles. El efecto de mi corona de rosas dura 24 horas. Además, que todo cambio que se haga aquí adentro, al salir al exterior será como si siempre hubiera sido así.” En su rostro apareció una sonrisa al ver a las hermanas jugar juntas y reír. “Que ternurita. Aunque el efecto desaparezca y no recuerden que nada de esto sucedió. Su lazo de hermanas es fuerte y adorable.” El hada regresó a su reino, desapareciendo entre los arbustos.
FIN.
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---- Si por allí encuentran alguna falta de ortografía, por favor,
háganmelo saber ----
--------------- Opinión de la Autora ---------------
- No este no es el Julius Lucius
Smith. Este es otro, este sí es un niño bueno.
- El nombre se lo puse, ahora sí.
En honor a “Olivia Julius” Como el anterior personaje no era muy bueno que
digamos, hice este otro que sí es bastante agradable. Pásense por
su canal también sube historias gender bender muy interesantes.
“Olivia Julius”: https://www.youtube.com/@ojstudios2
- Que tonto el alcalde por no
poner una reja o algo para asegurar que nadie entre al sitio.
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GRACIAS POR VER. ------------------------------------
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